"El reino del Dragón del Trueno"
Este hermoso país ha estado aislado del resto del mundo durante los últimos siglos, siendo hasta alrededor de los años 80 que empezó a abrir sus fronteras.
“Cuenta una leyenda Butanesa que los truenos son la voz de los dragones rugientes. De ahí nació el reino del dragón de truenos, Butan, un reino escondido en los himalayas”
El haber permanecido aislado por tanto tanto tiempo hace que mantenga intacta todas sus tradiciones, y para preservarlas aun hoy existen muchos lugares restringidos a los turistas.
Tanto misticismo que rodea a Butan hace que sea un destino soñado para todo tipo de viajeros, sin embargo esto mismo hace que tenga muchas limitantes para visitarlo, la magia comienza desde que decides visitarlo, desde el momento en que empiezas a organizar el itinerario y te das cuenta de lo limitado del acceso.
Solo se puede llegar utilizando la única aerolínea que existe, Drukair, que viaja a Bangkok, Nueva Delhi o Katmandu. Se requiere visa y para obtenerla vas requerir contratar una agencia de viajes autorizada ya que ademas de tramitarte la visa debes comprarle el hospedaje y los tours, esto porque el visado se te otorgara hasta que hayas comprado todo el paquete de estadía y debes tener el cuenta que el presupuesto diario exigido es de $250 aproximadamente, te recomiendo hacerlo al menos 2 meses antes de viajar para que tengas tiempo.
Una vez que llegas la sensación de asombro aumenta, todo es mágico y diferente. Sus majestuosas montañas que contrastan con los imponentes monasterios donde habitan los monjes vestidos con sus túnicas rojas conviviendo en paz con la naturaleza y dedicados a sus oraciones así como sus habitantes y su particular forma de vestir: los hombres visten con el gho (una mezcla de bata y falda) y las mujeres con la kira (una falda larga). Un consejo para todas las viajeras cuando visiten los monasterios, no lleven los brazos descubiertos ya que es una falta de respeto para los monjes con implicaciones legales.
Acá todo es diferente, una de las cosas mas atractivas es encontrarse con un grupo de arqueros practicando en un parque, (el tiro con arco es el deporte nacional) y no debes extrañarte por ver dibujos de penes en las fachadas de las casas, en los edificios y en las tiendas de souvenirs, ya para los butaneses un pene no es obsceno sino mas bien es símbolo de fertilidad y prosperidad. No esperes encontrar ningún restaurante de comida rápida, pero te sorprenderá la deliciosa comida local que gira en torno al arroz, la carne y las especies picantes, los mas representativos son el Ema Datshi: este es uno de los platos mas tradicionales, hechos a base de chiles con queso, el Jasha maru: es una especie de picadillo de pollo aderezado con especias picantes que se sirve con arroz y los tradicionales Momos: que son unas deliciosas albóndigas de cerdo o de res rellenas con queso.
Una de las visitas imperdibles es el Monasterio Taktsang Palphug, más conocido como el Nido del Tigre. Colgado en un acantilado de más de 700 metros de altura en las cercanías de Paro y construido hace 325 años este templo sagrado para los budistas del Himalaya es considerado uno de los más lindos de Asia. También el Monasterio de Punakha uno de los mas grades de Asia y rodeado por un hermoso valle.
Se puede viajar en cualquier época del año pero los meses de junio a agosto son muy lluviosos y se complica trasladarse de un sitio a otro porque son frecuentes los derrumbes en las carreteras. Durante todo el año y en todas las regiones hay una gran variedad de festivales por lo que siempre te sera posible participar de esta experiencia y observar los rituales milenarios únicos de Butan.
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